¿Por qué tenemos pesadillas y cómo las evitamos?

Las pesadillas son un fenómeno que la mayoría de las personas hemos experimentado. Es más común durante la infancia y por lo general va disminuyendo con el crecimiento y la maduración. Sin embargo, más de la mitad de los adultos continúan teniendo pesadillas nocturnas y en ocasiones se producen con gran frecuencia.

pesadilla

Incluso en la psicoterapia, las pesadillas y los contenidos del sueño son un gran tema de abordaje ya que podrían indicar otros problemas que se esconden detrás. En este sentido, el análisis de los sueños puede ser una herramienta de la terapia.

Si te estás preguntando ¿por qué tengo pesadillas muy seguido?… entonces llegaste al lugar indicado. En este artículo te explicaremos qué son las pesadillas nocturnas, por qué tenemos pesadillas y finalmente destacaremos la importancia de tener hábitos de sueño saludables.

¿Qué son las pesadillas?

Una pesadilla nocturna es un sueño con contenido perturbador y que genera sensaciones de angustia, ansiedad, temor e incomodidad (Egea, 2006). Si en algún momento despiertas con sudoración y estás en estado de alerta, podría decirse con seguridad que has tenido pesadillas.

La pesadilla es un sueño lúdico que se puede recordar con notable claridad, incluso más que los sueños habituales de cada noche. Por esta razón, podríamos recordar partes de un mal sueño durante muchos años.

El contenido de las pesadillas nocturnas puede ir variando dependiendo de cada persona y periodo de la vida. Por ejemplo, los niños suelen tener pesadillas recurrentes que involucran a su familia o situaciones escolares a las cuales temen.

En los adultos, las pesadillas pueden incluir distintos escenarios y personas: desastres, muertes, peligros de los cuales escapar y situaciones de supervivencia.

Las pesadillas nocturnas están altamente ligadas a lo que la persona esté atravesando en ese momento de su vida: pérdida de un familiar, ansiedad en el trabajo o en los estudios, crisis de parejas, embarazo, mudanzas, etc.

Cuando la persona tiene pesadillas recurrentes que alteran los hábitos del sueño, los profesionales lo consideran un desorden o trastorno del sueño.

Relación entre las pesadillas y las fases del sueño

Si queremos comprender cómo se producen las pesadillas, es importante hablar de las fases del sueño. Investigaciones científicas como las de Egea (2006) y Romagera et. al (2020) plantean que un sueño normal tiene una función biológica y se divide en dos grandes ciclos: las cuatro primeras fases el sueño No REM (sin movimientos oculares rápidos) y por último el sueño REM (con movimientos oculares rápidos).

Durante las primeras cuatro fases del sueño comienza a producirse la diferencia entre sueño y vigilia, hasta alcanzar un adormecimiento profundo en la última, y luego se inicia la fase REM.

Las pesadillas nocturnas suelen ocurrir en la fase del sueño REM, en las últimas horas antes de despertarnos. Durante esta fase se elaboran los recuerdos que se almacenaron en la memoria durante el día, y se las asocia con las emociones experimentadas. Las pesadillas serían las imágenes desagradables que el cerebro está procesando.

¿Por qué tenemos pesadillas? Posibles causas

Si estamos atravesando un momento de gran estrés e intensidad emocional en nuestras vidas, es habitual preguntarse “¿por qué tengo pesadillas muy seguido?”. Es importante aclarar que tener pesadillas recurrentes puede ser indicador de un problema mayor que se está escondiendo y que incluso se ve agravado por no tener hábitos del sueño saludables (Miró et al. 2005).

No se ha encontrado una causa específica de las pesadillas nocturnas, pero existen algunos factores que podrían desecandenarla:

Vivencias traumáticas

Un trauma puede provocar diversos síntomas, entre ellos las alteraciones del sueño y las pesadillas. Un trauma reciente o incluso lejano tiene gran impacto emocional en el recuerdo de una persona, el cual es reelaborado en los contenidos de un sueño.

Sigmund Freud (1900) se ocupó de teorizar acerca del significado y la interpretación de los sueños. Para el autor, los traumas inconscientes se expresan en lo que soñamos y tienen un significado que debe ser interpretado, aún más cuando se manifiesta en un sueño lúcido.

Estrés y ansiedad

A lo largo de nuestras vidas pueden existir diversas situaciones que nos producen ansiedad: exámenes, nuevo trabajo, mudanzas, convivencia familiar, entre otras. La ansiedad nos mantiene en un estado de alerta que altera los hábitos del sueño y a su vez puede generar emociones negativas que son procesadas mientras dormimos.

Alteración de los horarios para dormir

Los cambios en el sueño y los horarios en que nos vamos a dormir, tienen gran influencia en el desarrollo de las pesadillas nocturnas e incluso provocan confusión entre sueño y vigilia. Por eso es importante prestar atención a la acumulación de la falta de descanso y la privación del sueño.

Trastornos del sueño y otras patologías afines

Las pesadillas pueden surgir ante la presencia de trastornos del sueño como insomnio, apnea del sueño, narcolepsia y síndrome de piernas inquietas. Asimismo, existen otras patologías relacionadas como la depresión, los trastornos de ansiedad y las enfermedades cardiovasculares.

Medicamentos

Algunas personas que comienzan tratamientos farmacológicos con ciertos medicamentos, en la consulta médica suelen preguntar ¿por qué tengo pesadillas muy seguido?

Las pesadillas recurrentes son los efectos adversos de algunos medicamentos como los antidepresivos, medicación para la hipertensión, tratamientos para dejar de fumar y algunos tratamientos para el Párkinson. Por supuesto, cada paciente experimenta diferentes efectos en sus hábitos del sueño y deben ser tratados con el profesional de confianza.

Consumo de sustancias

El consumo frecuente de sustancias como alcohol o drogas pueden provocar alteraciones en las fases del sueño y las consiguientes pesadillas.

¿Qué hacer para no tener pesadillas nocturnas?

Las pesadillas recurrentes pueden evitarse y para lograrlo se deben realizar acciones que modifiquen los hábitos del sueño. Cuando dormimos es ideal que se mantengan todas las fases del sueño y para ello existen algunos consejos que pueden ayudar a fomentar un buen descanso:

●     Eliminar distracciones y estímulos luminosos antes de dormir. Durante la primera fase, es importante cuidar el proceso entre sueño y vigilia, para lograr entrar en las fases más profundas.

●     Mantener una buena alimentación, libre de cafeína durante las horas anteriores a acostarse. Evitar el consumo de sustancias excitantes y alimentos pesados evitan la producción de pesadillas nocturnas.

●     Mantener horarios regulares de sueño. Es elemental saber que dormir de a ratos afecta la diferenciación entre sueño y vigilia, produciendo somnolencia.

●     Realizar actividad física de manera frecuente, logrando un gasto de energía y un sueño profundo que la recupere.

●     Practicar técnicas de relajación como la meditación y el mindfulness, cuidando las condiciones en las que entramos a las fases del sueño. Estas técnicas son efectivas para reducir la ansiedad.

●     Consultar con profesionales de la salud como médicos o psicólogos. Este es un paso clave cuando te empieces a preguntar ¿por qué tengo pesadillas muy seguido? Las pesadillas recurrentes impactan en la calidad de vida, es fundamental saber qué diagnóstico y tratamientos se adecúan mejor a los síntomas presentes.

Estas recomendaciones promueven lo que los científicos llaman una adecuada “higiene del sueño” (Miró et. al 2005). Entrenando estos hábitos podrás disfrutar de un descanso tranquilo sin temer a las pesadillas nocturnas.

Importante: Este artículo es exclusivamente informativo. En Psicomentando no diagnosticamos ni recomendamos tratamientos. En caso de que necesites ayuda, consultá con un profesional.

Referencias bibliográficas

●     Egea, J. N. (2006). Sueños y pesadillas. International Journal of Developmental and Educational Psychology, 3(1), 265-279.

●     Freud, S. (1900). XVII. La interpretación de los sueños.

●     Miró, Elena, & Buela Casal, Gualberto, & Cano Lozano, María del Carmen (2005). Sueño y calidad de vida. Revista Colombiana de Psicología, (14),11-27.

●     Romaguera, M. N. L., del Rio, M. P., & López, Á. P. (2020). Cuando las pesadillas son un problema. Un estudio de caso. Informació psicològica, (119), 78-90.

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